'Nacer, morir, renacer y progresar sin cesar, tal es la Ley'. Allan Kadec

4. ¿Dónde puedo encontrar la prueba de la existencia de Dios?




‘En un axioma que aplicáis a vuestras ciencias: no hay efecto sin causa. Buscad la causa de todo lo que no es el trabajo del hombre y vuestra razón responderá’. 

AK: Para creer en Dios, basta lanzar la mirada sobre las obras de la Creación. El universo existe, entonces tiene una causa. Dudar de la existencia de Dios es negar todo el efecto que posee una causa y avanzar que el nada puede hacer algo.

Comentarios de Miramez:

La existencia de Dios se expresa cada vez más con tonalidades fulgurantes en toda la literatura humana, mostrando y haciéndose  sentir a todos los pueblos,  que el Creador se encuentra más cerca de nosotros que nosotros unos de los otros. Él es la razón de nuestro vivir, no posee ninguna forma definitiva y es  además capaz de tomar todas las dimensiones, en la proporción de las necesidades de cada creatura. Dios está en el máximo, mas desciende al mínimo, desde que haya urgencia en la evidencia de Sus calidades a los sentidos más apurados del alma.

El Señor es el puente de comando de todas las religiones, bajo la apariencia en que estas pueden se expresar, donde fueron llamadas a servir. Él vigila a los velos que regulan el saber de los hombres ante la propia ciencia, para que el equilibrio se manifieste. Los grandes misionarios registran en todo, Su presencia infalible. Todas las filosofías hablan de Su presencia Divina, por los recursos que el lenguaje alcanzó, y el progreso es Su agente revelador en todos los cuadrantes del mundo.  

No existe nadie en la faz de la Tierra que no crea en Dios. Existen si, algunos que aún no han logrado percibir Su paternidad, por orgullo o ignorancia, lo que no deja de ser lo mismo. Él vibra en todo y pronuncia el mismo mensaje en todo lo que ocupa un lugar en Su  ‘cuerpo ciclópeo’, en la inmensidad universal.  Y cada uno, en cada cosa existente, registra Su presencia insuperable, de acuerdo con Su escala evolutiva. He aquí la justicia, el  Amor.  
Computando valores y sumando edades, en la cronología peculiar a los hombres, a cada día que pasa, a cada año que corre en la pantalla de nuestro tiempo, el Arquitecto Divino queda más presente en nuestra visión y nos habla más de cerca, por los registros de nuestros sentidos.  No que el Señor se encuentre más o menos lejos. Él está siempre en el mismo lugar, nosotros es que por el despertar de los valores espirituales, vamos abriendo gradualmente las puertas del entendimiento por las manos de la madurez espiritual.

Ninguna persona, ningún Espíritu, ni algo que exista son huérfano de la misericordia, de la bondad y la presencia de Dios, que nos comanda a todos. Esa es la gran esperanza y la gran alegría que nos impulsa a vivir.

Si no hay efecto sin causa, no necesitamos de mayores explicaciones para probar la existencia de Dios. Basta elevar los ojos para la extensión infinita de los mundos, que bailan en los espacios, para la mecánica de las galaxias, que viajan en velocidades increíbles en la grande casa universal, para la vida de los astros, para la harmonía del universo, y sentiremos vergüenza en nuestras conciencias por negar la existencia d’Aquel que hizo todo eso, incluyendo a  nosotros, por bondad y alegría.

Y, cuando se habla de microvida, que son caminos diversos del macro, presentando los mismos scripts del infinito? Como negar aquello que existe más que nosotros mismos? Nosotros, en espíritu, aun estudiamos los principios de la función biológica del hombre. El cuerpo físico es la síntesis del universo, es la copia perfecta del macrocosmo, que deberá funcionar en plena armonía con la Divinidad, cuando el hombre se concientizar de sus deberes para con la naturaleza. La mayor maravilla de la Tierra, en se tratando de cosas materias, son los hombres.  Y los cuerpos espirituales conectados a él para que el Espíritu se manifieste? Y el Espíritu, esa joya divina? Y la harmonía de todo lo que existe?

Como no  creer en el Creador de todas estas cosas? Empieza hermano, a pensar  en el sol que da vida y sostiene el ambiente en el que vives, y no tendrás otro camino que no se aceptar un Creador que tenga, en el lenguaje común, la Suprema Inteligencia.

Repitamos lo que ha afirmado El Libro de los Espíritus: ‘Buscad la causa de todo lo que no es el trabajo del hombre y vuestra razón responderá’. 

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