'Nacer, morir, renacer y progresar sin cesar, tal es la Ley'. Allan Kadec

Mensaje II del 27/08/2015

                                   



Cuando logramos introducir a Cristo en nuestro corazón, la vida cambia el significado, cambiamos de trayectoria y surge en nuestro mundo interior una emoción completamente nueva en que la criatura humana ahora se identifica con el Creador y puede mantener un intercambio de Padre a hijo y de hijo a Padre.

No lamentéis las dificultades que ahora asolan la Tierra. La crisis de cualquier naturaleza es una experiencia evolutiva para el desarrollo intelecto-moral de la criatura humana.
Examinad la vida en el mundo espiritual para la Tierra y no los efectos para la causa. Solamente ocurre aquello del que tenemos necesidad para evolucionar.

Enriquezcamos, hijos amados, nuestra alma con la afable paz que viene de Jesús y dejemos que Él norteé nuestros pasos que nos lleven por las estradas difíciles que debemos vencer hasta alcanzar el calvario sublime de nuestra cruz de redención.
No sufráis sin un motivo justo. 
El dolor es un divino buril que lapida las imperfecciones del alma.

Es claro  que la bendición de la salud, el equilibrio orgánico, emocional, psíquico, hacen parte también del esquema de la vida espiritual, pero es necesario comprender que salimos del instinto para la razón y todavía no logramos imprimir la razón con buen tono, en el acceso de los corazones en las actividades. 
Y cómo consecuencia, cometemos errores, nos engañamos y nos equivocamos en cada paso con el derecho sublime de la reparación.

Arrepintámonos del mal que nos hicimos, expiemos como recomienda el  egregio codificador y reparemos mediante el amor y la misericordia.
Jesús hijos míos, espera por nosotros!
Que cada uno cumplamos con nuestro deber!
Que cada uno realice el mínimo a su alcance, ese mínimo aunque sea, posiblemente será una gran parte para quien lo recibe nada poseyendo.


Nuestra jornada en la Tierra es una experiencia de liberación.
No más tergiversemos, no nos permitamos más tumbar en los desfiladeros de la agonía por la presunción, por el egoísmo.
Es amplia la estrada de amor, aunque  la puerta redentora sea estrecha.
Entremos por ella, atentos para encontrarnos en la casa del Padre, el lugar de misericordia que nos está reservado.
Servir es el honor que nos incumbe.

Amad, es la oportunidad de auto redención y confiad infinitamente en el amor del Amado en nombre del Padre Celestial para que Sus bendiciones penetren en nuestra alma y líbrenos de las aflicciones.
Que el Señor de bendiciones os bendiga, son los votos del humilde servidor paternal en nombre de los amigos espirituales de este templo para todos vosotros.

Mucha paz...

Bezerra(*)

(Mensaje psicofónica recibida por el  médium Divaldo P. Franco, en conferencia realizada en el Grupo Espírita André Luiz, en Rio de Janeiro, la noche de 27 de agosto de 2015.)

(*) Revisada  por el Autor espiritual.


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